El caserÃo de la Hoya se encuentra en una zona privilegiada. El conjunto constituye un ejemplo de hábitat continuado desde época Prehispánica, hasta los años sesenta de éste siglo en que se abandona.
Se cree que La Hoya constituye el núcleo originario de la población de San Miguel pereciente a la comarca de Chasna. Está ubicado en la zona de MedianÃa, permitiendo de esta manera aprovechar los recursos de las zonas altas o de las costeras según las estaciones del año. Además tiene tres manantiales: La fuente de Tamaide, la del Luchón y la de La Hoya.
Sus usos y costumbres se pretenden recuperar e incorporar a la oferta turÃstica.
Se ha pretendido realizar una restauración casi arqueológica de la vivienda conservando en lo posible su carácter original. Se ha comenzado igualmente una labor de recuperación de antiguos enseres para incorporarlos a la casa.
El caserÃo se encuentra en el sendero turÃstico de Tamaide al Mirador de la Centinela, siendo parte de un antiguo camino real. En el cruce de dicho sendero con la carretera del Roque a Aldea Blanca, junto al antiguo horno de teja restaurado comienza el caserÃo propiamente dicho. La vivienda es la penúltima antes de llegar a la fuente que se encuentra a unos dos minutos de la casa. El sendero continúa bordeando el barranco, pasando junto a una zona con abundantes vestigios arqueológicos, consistentes en petroglifos Prehispánicos, en el lugar conocido como Chafira la Raya a unos 15 minutos del caserÃo, del tipo denominado «Dameros» que según la tradición servÃan para un juego parecido al tres en raya o el molino romano y a los que algunos investigadores atribuyen un significado astronómico. Los grabados se encuentran sobre una elevación susceptible de ser visitada ocupando una superficie de unos 40 m2. El sendero asciende posteriormente hasta el Mirador de la Centinela.